El
Plan Divino requiere de instrumentos preparados para desarrollar su Propósito.
No existen muchos “obreros” solares en la Tierra. Son miles, pero en proporción
al número de humanos en el Planeta, el porcentaje es menor. Es por este motivo
que es necesario crear una ola de buena
voluntad, para facilitar así el progreso de la Luz en la superficie planetaria.
La energía
de la BUENA VOLUNTAD está caracterizada por poseer un impulso interno genuino
hacia el bien, hacia el servicio.
Existen muchos niveles de
conciencia en el gran grupo de hombres y mujeres de buena voluntad en la
Humanidad de la Tierra, pero todos tienen en común “la pureza en la intención”.
A partir de esta base: “la intención genuina”, las acciones de servicio serán
muy disímiles, y hasta podrán parecer hasta “opuestas” en ocasiones…, pero para
LA CRUZADA DE BUENA VOLUNTAD que debe surcar los mares, los aires y las tierras
del Globo Terráqueo, no se pide perfección o acción sin mancha de error, ya que
sabemos que eso no es posible debido a que cada ser humano actúa ‘en bien’
según su consciencia, y lo que es bueno para algunas conciencias puede ser
erróneo para otras que poseen un grado de comprensión diferente.
Debido a esta
“relatividad” que obedece a los múltiples niveles de conciencia que existen en
la Raza Humana, es que lo primero que debe ser bien entendido por todos los
estudiantes es el ánimo con que un ser
humano ejecuta una acción.
Los juicios de valores,
las críticas condenatorias hacia los demás, deben desaparecer de las mentes de
todos los estudiantes
La tarea de un ‘estudiante’ de la Vida es observar, aprender
y vivir conforme a su más elevada comprensión, pero esta ecuación no incluye a la
crítica condenatoria, a los juicios mentales hacia los demás y a la
murmuración, ya que tales vibraciones mentales son perjudiciales y son el
espejo que pone en evidencia el estado aún inmaduro del alma.
Cada ser humano posee un
“alma” donde se va gestando LA CONCIENCIA. Al decir, como dijimos, que “existen
diferentes niveles de conciencia”, estamos diciendo que hay diferentes grados
de maduración álmica, y es lógico que esto sea así…; es parte de la Evolución
de la Raza Humana la existencia de múltiples niveles de conciencia o ‘grados de
maduración álmica’. Esto es análogo a la existencia de un jardín… En un jardín
se pueden observar variedades de flores, de muchos colores, algunas ya
abiertas, muy bellas, que ya expresan agradables aromas; estas flores han
llegado a expresar el arquetipo que estaba oculto en la semilla. Han dejado de
ser ‘semilla’ para convertirse en expresión de belleza, forma, color y armonía.
En el jardín, tales flores son la expresión acabada del propósito que oculto
estaba en la semilla. Pero en el jardín también pueden observarse tallos en los
que apenas han comenzado a despuntar incipientes capullos cerrados…; se
observan también pequeños brotes, tan tiernos y jóvenes, que aunque siendo de
especies diferentes, por su parecido en su inicial brote, se mezclan entre sí…,
pudiendo confundir al observador inexperto. Estos jóvenes brotes son de flores
de distintas especies, pero también los hay de hierbas variadas y hasta de
algunos arbustos, que más tarde adornarán el jardín… En un gran jardín, muchas
especies de vida pueden coexistir, hasta inclusive jóvenes árboles que han sido
sembrados, vendrán a la existencia; y si bien todas son especies diferentes,
tienen cosas en común:
1- Son VIDA evolucionando.
2- Cada entidad viviente
tiene sus propios tiempos de crecimiento y maduración, y sus propios procesos
para evolucionar.
Estos dos puntos, al
comprenderlos observando un jardín, pueden servir al hombre de ejemplo para
entender al “JARDÍN HUMANIDAD”, en el cual muchas “semillas” (‘chispas
álmicas’) han sido sembradas por los “jardineros del espacio”. Esa siembra ha
sido según estaciones cíclicas pasadas (Manvantaras);
es por ello que existen distintos niveles evolutivos de almas coexistiendo en
la Humanidad, así como vimos que existen diferentes niveles de maduración en
las flores y demás especies vegetales de un jardín.
Este conocimiento no es para establecer infantiles
‘categorías competitivas’ en la cabeza, mentalizando infructuosas comparaciones
que a nada conducen más que a la soberbia o al menosprecio… Este conocimiento
debe servir para comprender LA EVOLUCIÓN y aceptar sus niveles y procesos.
Existen diferentes “Oleadas de Vida” coexistiendo en la
Tierra. Las oleadas de vida o ‘infusiones
evolutivas’ surgen desde la Vida Divina o Región Espiritual, y recorren primeramente
un ‘camino descendente’ hacia la materialización, para después iniciar un ‘recorrido
ascendente’ hacia la Vida Divina nuevamente, desasimilando materia, pero portando
Conciencia Consciente hacia La Fuente. Las más recientes oleadas de vida constituyen lo que llamamos “el reino elemental”
presente; es la Vida que puja por manifestarse materialmente, es decir la
fuerza de la vida ‘viajando’ por el “arco descendente” hacia la Substancia
material; son parte de las fuerzas constructoras las formas en todos los planos,
y son la vida de los elementos de la Naturaleza. Los minerales pertenecen a
otra oleada de vida; es la concentración de la vida elemental de una oleada de vida anterior que, a partir
del reino mineral, comienza su ascenso evolutivo, es decir, por el “arco ascendente”.
El reino vegetal actual es una oleada de
vida más remota que las 2 oleadas recién mencionadas (elemental y mineral)
ya que ha tenido el tiempo como para progresar en su ascenso hasta este nuevo
reino. El reino animal, como se podrá deducir, es más antiguo que los 3
anteriores, ya que los animales aventajan en evolución a aquellos 3 reinos. Y
el reino humano, pertenece a la oleada de
vida que más ha progresado, siendo a la vez y por lo tanto, la más arcaica,
ya que ha tenido que atravesar antes por los reinos anteriores. Como podemos
ver, la efusión de energía divina es
emitida por ciclos a manera de “oleajes de vida” en un proceso primero ‘descendente’,
hacia la densificación material, y luego ‘ascendente’, hacia la
espiritualización, es decir, hacia la Unidad nuevamente. Esas oleadas de vida progresivas son cíclicas
y “coexisten”, es decir que, mientras una nueva oleada de vida puede estar surgiendo ahora como nuevo “reino
elemental”, otras oleadas de vida anteriores están en procesos diferentes; una
oleada se presenta hoy como la vida
mineral, otra como la vida vegetal actual, otra oleada como el reino animal, y
otra como el reino humano. Por lo tanto, cuanto
más compleja es la vida en la forma, más remota es la oleada de vida que en
ella viaja por la gran senda evolutiva.
Pero todo lo dicho es una
forma muy genérica y simple para explicar algo que es mucho más complejo en
realidad; ya que en cada reino de vida hay niveles o grados evolutivos también.
No es lo mismo la vida evolutiva de un determinado bloque macizo de hierro que
la vida mineral de un yacimiento de cuarzo puro. No es igual el estado álmico
(alma grupo) de cierto ‘grupo’ de enredaderas o de la hierba silvestre, al
estado álmico de cierto grupo de grandes árboles añosos. Y no tienen la misma
evolución el “alma grupo” de las hormigas (por ejemplo) que el “alma grupo” de
cierto número menor de animales domésticos.
Análogamente, no todas las
almas humanas tienen la misma evolución.
Quien entienda esto correctamente podrá aceptar a cada ser
por lo que su propia naturaleza álmica evolutiva le permite ‘ser’. Todo es
sagrado, más allá de los diferentes y múltiples niveles de la existencia.
Cuando esta comprensión,
la de “los niveles evolutivos”, nace
en la consciencia del estudiante, la crítica y la condena desaparecen; y quien
aún permanece en la crítica hacia sus hermanos por sus diferentes y/o
particulares formas de vivir, pensar, sentir u obrar, es porque aún es un alma
inmadura en cuanto a la comprensión de la EVOLUCIÓN.
Es por ello que hemos
comenzado esta transmisión diciendo que lo más importante en la Raza Humana, lo
que todo estudiante debe comprender, es LA BUENA VOLUNTAD EN ACCIÓN.
A partir de este punto
básico, “instruir” se hace necesario, ya que es cierto que muchos “buenos
intencionados” muchas veces hacen daño por falta de sabiduría. Por lo tanto, LA
INSTRUCCIÓN, “el estudio”, es la segunda pauta. Pero este segundo paso, tan
importante como el primero, no todos lo recorren por igual y de la misma
manera, por lo cual, una vez más, también se pide a los estudiantes tolerancia
y respeto por las diferencias. Existen
diversas escuelas de instrucción de la conciencia, pero la más importante y
necesaria es ‘la Escuela de la Vida’. Saber capitalizar las enseñanzas de las
experiencias y sucesos de la vida, es lo verdaderamente esencial para el
estudiante.
En cuanto a la particular
adhesión a tal o cual doctrina de creencias, principios y teorías…, eso queda a
elección de cada cual. Por ley de vibración cada estudiante llega al sendero
que necesita, por ley de afinidad, de progreso y de karma.
En síntesis, este mensaje
es una señal más de las tantas ya existentes, una señal instructiva para
favorecer un mejor proceder y ser, y se puede resumir en los puntos siguientes:
1- Cada ser viviente es un
nivel de conciencia o alma evolucionando, y toda vida es sagrada y requiere de
‘sus tiempos’ para evolucionar.
2- Debe nacer en el hombre la
aceptación y el respeto por cada entidad viviente y respeto por el tiempo
evolutivo de cada alma.
3- La crítica despiadada y la
murmuración deben desaparecer de la vida de los estudiantes.
4- Es sabio aceptar la acción
de todos los individuos que proceden con pureza
de intención, con la energía de la buena voluntad.
5- A las “almas perdidas”,
que no poseen la energía de la buena voluntad, y que se dañan a sí mismos y a
lo que les rodea, no se las ayuda tapándolas con la condena. Eso no ayuda ni
resuelve el problema, y quien así procede se perjudica también a sí mismo.
6- Generar oportunidades e
impulsos para la expresión y expansión de la BUENA VOLUNTAD es muy importante y
un gran servicio a la Vida. Esto sí ayuda. Difundir el Conocimiento que conduce
a la Verdad y al Bien también es un gran servicio, porque la buena voluntad
sumada al Conocimiento se transforma en “VOLUNTAD AL BIEN”. ‘La Voluntad al Bien’ es un grado
superior a ‘la buena voluntad’.
7- Por último, criticar es
“bajar la vibración”. En cambio, comprender y trabajar en pro del bien,
respetando el camino y el tiempo evolutivo de cada alma, es un sendero de
cambio y “elevación vibracional”, que al conjunto de la Raza beneficia.
INSTRUCTORES DEL SOL
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