“Sobrelleváis
cargas innecesarias en vuestro camino evolutivo. Esas cargas son frecuencias
vibracionales que se alojan como ‘memoria’ tras un velo, en el campo magnético
áurico”.
Cada
célula de vuestros cuerpos posee “memoria evolutiva”; es decir que en vuestros
cuerpos se guardan los secretos de un pasado remoto del Hombre. El ser humano
se inició como ‘ente mineral’, no como los minerales de hoy en día, sino como
un tipo de vida mineral más etérea, porque en aquella época, la ÉPOCA POLAR, la
materia planetaria más densa era apenas gaseosa y estaba en proceso de
materialización, densificándose cada vez más.
El
Hombre actual se gestó hace millones de años como una forma material etérea,
protoplasmática, de enormes proporciones, semejante al amorfo mineral, para
pasar luego, en la época siguiente, la ÉPOCA HIPERBÓREA, a poseer una vida
análoga a la vida del actual reino vegetal, en cuanto que adquirió un cuerpo vital, como el vegetal, (con la
diferencia que podía trasladarse). En estas dos grandes Épocas, se sentaron las
bases para la construcción del los cuerpos físico y vital (etérico) del ser
humano, y son catalogadas en esoterismo como las 1° y 2° razas humanas, aunque
a juzgar por lo que eran en característica y apariencia, podríase decir que
nada tenían de “humanas”, si se toma como referente lo que es hoy el ser
humano.
La
Vida Divina estaba todavía en el arco descendente, materializándose cada vez
más, como se vio.
Luego,
el “Hombre”, embrionario todavía, pasó en la subsiguiente 3° Época, la ÉPOCA
LEMURIANA, a tener ya una forma física antropoide más definida. Poseía ya un “cuerpo
físico” semejante al simio (aunque de enormes proporciones), un “cuerpo vital”
(adquirido como simiente en la anterior Época, Hiperbórea) y entró en formación
el “cuerpo de deseos” (astral). Durante la etapa final de esta 3° Época el
‘hombre-animal’ Lemur recibe la “chispa” incipiente de la unidad mental, porque
hasta ese momento era un ente ‘inmental’, sin mente, es decir que carecía de
toda posibilidad de “pensar”, el intelecto estaba ausente. Los que recibieron
la “chispa de la mente” fueron tan solo los lémures preparados, los “adelantados”
de la raza. Esa “Chispa” (La Tríada)
fue semejante a un ‘soplo de vida’ que los Seres Superiores insuflaron en las
formas materiales lémures, ya que al poseer ‘mente’ por primera vez, los
lémures comenzaron a reconocerse a sí mismos como entidades vivientes
individuales, y comenzaron a emplear la herramienta del “intelecto”, aunque
todavía muy rudimentariamente. Este fue el inicio de la “Individualidad”
humana, y se podría decir, de alguna manera, donde el Hombre recibió “alma” o
“conciencia” individual. (El resto de los lémures, los que no recibieron la
‘chispa tripartita’, se degradaron hasta convertirse, después de innumerables y
progresivas generaciones, en los conocidos ‘simios’, al igual que sucedió con
otros que, aún habiendo recibido mente, no supieron aprovecharlo, degradándose
junto al grupo retrasado).
En
la 4° Época, la ÉPOCA ATLANTE, se terminó de desarrollar el cuerpo de deseos y
comenzó el desarrollo de la mente individual, con material del plano
correspondiente. Es por este motivo, relacionado a la ‘mente’ y al concepto de
la palabra “Hombre”, que algunos investigadores piensan que se puede hablar de
“Hombre” recién a partir de la Raza Lemuriana, en la 3° Edad (donde el
hombre-animal recibió la chispa de autoconciencia), mientras que otros afirman
que el ‘Hombre’ aparece como tal recién en la 4° Edad, con la Raza Atlante. Lo
cierto es que el Hombre será
verdaderamente Hombre íntegro cuando
complete el círculo evolutivo, en la 7° Raza. Ese es nuestro concepto.
Mientras tanto, todos son procesos de construcción del “Hombre”.
Recién
en la 4° Época en ser humano poseía densa materialidad física (en esta Raza
llega a su punto máximo de densitud material), un cuerpo vital, un cuerpo de
deseos y una unidad mental, en vías de desarrollo, (mientras que los principios
Budhhi y Atma permanecían latentes y aún sin desarrollo).
El
‘cuerpo mental’ aún no existe como tal en la Humanidad (excepto excepciones), y
es el que está en vías de completar su desarrollo en la actual 5° Época, la
ARIA.
Solo 1/3 de la Humanidad posee un
cuerpo mental semidesarrollado, y son pocos los que han completado su
desarrollo. Al tiempo que se completa el desarrollo de la mente, también
existen algunos hombres arios (Egos adelantados de la Raza) que están comenzando
a desarrollar ‘conciencia búdica’.
Todo esto es ‘un proceso’ que abarca un
amplio espectro evolutivo, por lo cual deberá el estudiante entender que el estudio por etapas o épocas es tan solo
para facilitar la comprensión. Las etapas y procesos se suceden pero también de
superponen; como ocurre en la Humanidad actual, donde coexisten distintos
grupos humanos, con tendencias y desarrollos diferentes, como remanentes y
mezclas de razas y épocas pasadas y presentes. Existen en la actual 5° Época
hombres con ciertas características de tipo lemuriano, otros de tipo atlante, y
otros arios, con sus distintas subrazas (7 por cada raza). Algunas de estas
razas están en proceso de lenta extinción mientras que otras están en pleno
desarrollo. (Además, en la actualidad, casi no existen los tipos puros de cada
raza y subraza, ya que ha habido muchas cruzas entre razas).
Es
por lo expresado, donde se puede ver lo complejo de este tema, que solo quien
profundice con investigación y estudio podrá entender mejor. Aquí solo hemos
esbozado algunos comentarios sobre el pasado del Hombre, el cual aún está en
formación, para que el lector tenga una idea del concepto que enunciamos al
principio de la transmisión: el concepto de “la memoria evolutiva” que se aloja en todas las células y en el aura
del Hombre.
El
ser humano guarda un registro de su vida en cada una de las 4 ÉPOCAS anteriores
y en la actual, es por ello que tiene en su interior un tipo de memoria vegetativa, muy rudimentaria (de
las 2 Épocas primarias), y una memoria
instintiva (3° Época, análoga al animal); y en la actual Raza Aria ha
adquirido además (y lo hizo ya en la Época Atlante) memoria intelectiva. Tres tipos de memorias que son como archivos
de experiencias del sendero recorrido desde pretéritos pasados hasta el
presente.
Hemos
dicho al inicio, que el hombre sobrelleva cargas innecesarias que provienen de
un pasado remoto, y dimos un ‘pantallazo’ de ese pasado. Existe una sabiduría instintiva dentro del Hombre lo cual es útil y se
aloja en el ‘subconsciente’, pero también existen en sus cuerpos “cargas
innecesarias” que han quedado como resabios vibratorios de las remotas
experiencias.
Estas
cargas o resabios vibracionales se alojan en las células y en los chakras del
hombre, en forma de miedos e ira principalmente. Estas energías,
especialmente la del MIEDO, son esas “cargas innecesarias” que portan los
hombres subconscientemente, las cuales, tarde o temprano, deberán expurgarse.
Ya
hemos hablado del MIEDO ANSESTRAL que existe en el Hombre. Este no es un tema
nuevo, los estudiantes lo saben, y
los que no, es hora que lo sepan, y trabajen en ello. “Trabajar en ello”
significa e implica AUTOCONOCIMIENTO, ESTUDIO, MEDITACIÓN y “TRABAJO INTERIOR”.
El “Trabajo
Interno” es toda aquella actividad que conduce al peregrino a la “toma de
conciencia” de su realidad espiritual y al consecuente cambio vibracional en
sus vehículos. Esto es: “PURIFICACIÓN” y “ASCENSIÓN”.
(El mensaje
anterior a este, sobre meditación, trata del tema de la “elevación vibracional”).
No
puede haber ascensión vibracional sin purificación, es decir, sin reconocer y
liberar los resabios negativos de la memoria instintiva ancestral. Toda energía
de miedo e ira deberá ser expurgada.
Tomar
consciencia, a través del estudio gnóstico, esotérico y/ó teosófico de la
evolución del Hombre, de su pasado embrionario en las Razas anteriores, de su
situación actual, y de los lineamientos evolutivos hacia el futuro, es parte
del conocimiento necesario para saber dónde se está “parado” para el “TRABAJO
INTERNO”.
Nuestra intención, en esta
oportunidad, es mostrar pautas de avance a los estudiantes que no saben cómo moverse en dirección al progreso de
la conciencia. Nuestro consejo aquí es: “Comenzad
por el estudio de vuestro pasado racial, y comprenderéis vuestros miedos
ancestrales”. Ese es el inicio de un proceso de limpieza interna, el cual
muchos estudiantes ya están
experimentando, pero otros aún no han comenzado verdaderamente.
Iniciad
el estudio serio de vuestra naturaleza humana, como estuvimos tan solo
esbozando aquí. Tenéis las bases y lineamientos para hacerlo. Comprométase todo
peregrino con la GNOSIS más esencial: La Gnosis de ‘Sí Mismo’.
En
Luz y Paz:
INSTRUCTORES
INTERNOS
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