Los ‘tripulantes’ de
esta ‘Nave’, el Planeta Tierra,
“Urantia”, como es
conocida en el contexto universal,
son espíritus-almas de
distintas regiones del Cosmos.
El concepto
clásico de teosofía que considera a la naturaleza de las almas como emanación y
expresión de las “Chispas” (mónadas) del Logos Solar, debe ser reconsiderado,
ya que ese concepto es verdadero, parcialmente.
Es cierto y
verdadero que el Logos Solar de Monmatia (el sistema solar) ha emanado sus
propias “Chispas” de Fuego desde su propio Cuerpo de Energía Ádica (Divina); y
es cierto y verdadero que muchas de esas mónadas viajan hoy por el sendero
evolutivo ascendente en Urantia, así como tripulantes de otros planetas del
Sistema. Pero lo que es incorrecto es pensar que “todas” las mónadas que
evolucionan en la forma hombre en la actualidad provienen de esa única Fuente Paterna
Solar.
Existen
muchos otros sitios o regiones, ‘mundos’ o ‘moradas’, desde donde provienen “rayos de vida consciente” que han ocupado,
por miles y cientos de miles, vehículos humanos, estableciendo, al arribar a
Monmatia y Urantia, una especial vinculación entre su fuente de origen y su
nueva estancia material en el planeta Tierra.
Esta
vinculación “cielo-tierra” que ha generado el descenso de esos “rayos de conciencia espiritual” a la
materia de bajas dimensiones de vida, era necesaria como parte del Plan de
Progreso Evolutivo. Esto es así, por que el establecimiento de “puentes” y “redes”
de energía es parte del proceso de Evolución.
Esto debe
ser comprendido:
La evolución universal contempla la
transmigración de almas-espíritus de Fuego Consciente en forma natural y
permanente, y esto está regido por Grandes Conciencias.
Un ejemplo
podrá ser esclarecedor en este punto. Imaginad una escuela, con sus alumnos,
sus grados de enseñanza y su cuerpo de maestros y profesores. En vuestro
planeta, es comúnmente admitido y permitido el traspaso de alumnos de una
escuela a otra, ¿no es así…?. Una escuela puede incorporar a alumnos
provenientes de otras instituciones escolares, ubicándolos en los grados
correspondientes. En estos casos la Escuela comunica a los nuevos alumnos las
reglas propias de esa institución, obligaciones, horarios, tipo de uniforme
distintivo, etc. Así como ocurre en vuestro mundo, donde la transmigración de
estudiantes de una escuela a otra es posible y permitido, así ocurre también a
nivel universal, donde las almas-espíritus
(“estudiantes”) de ciertas moradas del universo (“escuelas”) pueden transmigrar
a otras moradas con fines de progreso. Y así como en las diferentes escuelas de
vuestro planeta existen elementos distintivos, como el “uniforme”, también esto
es así en las diferentes moradas o ‘mundos’, siendo esos ‘uniformes’ el envoltorio (cuerpos, vehículos) con que
el espíritu visitante debe “vestirse” o recubrirse en su nueva “Escuela”.
Esta transmisión
obedece a la serie de “nuevas enseñanzas gnósticas” que todo estudiante impulsado
al progreso debe cuestionarse, permitiendo sopesar en su interior aquello que
ya conoce, con los nuevos conceptos.
Lo dicho
aquí no es nuevo, claro está, ya que ‘lo nuevo’, como ya se explicó, llega a la
humanidad de diferentes maneras y por distintas fuentes. Esta fuente, es tan
solo una señal más…
Encontrad un
espacio para cuestionamientos medulares de vuestras convicciones. Después de
todo…, si lo que buscáis es la verdad, esta se puede revelar solo a los audaces…
La Verdad es como un
Ave transparente, sigilosa y huidiza,
que solo puede atrapar
quien cierra sus ojos a “lo conocido”.
Meditad en ello.
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