Todo el esquema de
instrucción gnóstica ofrecido a la humanidad en siglos pasados presenta un
desarrollo “lineal” respecto del tiempo.
Esto debe ser entendido desde ahora, ya que la base se la nueva gnosis es
“no lineal”, es decir, que existe fuera del tiempo conocido como “el
transcurrir ininterrumpido de causas y efectos progresivos”.
Cualquier
estudiante podrá ver en los tratados de enseñanzas gnósticas y teosóficas que
la evolución, como ha sido volcada en su oportunidad, es un concepto clásico
cuyo significado es el progreso de sucesos lineales y cíclicos, encadenados por
causas y efectos. Todo ello se genera en un movimiento de manifestación o ‘densificación’
del Espíritu Universal, lo cual ha sido llamado el “arco descendente”, y un
posterior movimiento hacia la ‘sutilización’, el “arco ascendente”, hacia la
Unidad consciente. Esta es una reseña muy breve, pero suficiente para
atestiguar la forma en que comúnmente los estudiantes estudian y comprenden lo
referente a EVOLUCIÓN.
Estos ciclos
de manifestación (Manvantaras) que se
suceden una y otra vez reposan entre procesos de descanso llamados en Pralaya; todo lo cual sucede en el
ESPACIO y a través del TIEMPO, según la interpretación ajustada que puede tener
el estudiante de esos dos aspectos de la existencia.
Los aspectos
ESPACIO, TIEMPO y MOVIMIENTO
conforman una trilogía inseparable en el estudio de la EVOLUCIÓN, tal como es
entendido por el estudiante. Pero… ¿Qué sucedería si variamos esa ecuación…? O
bien, el estudiante debería preguntarse:
¿Qué variables admiten esos 3 aspectos de la existencia…?
Esto ya se
lo han preguntado renombrados hombres de ciencia en la Tierra. Albert Einstein
fue uno de los primeros en hacerlo, proponiéndolo como la “teoría de la
relatividad”. Su exposición fue la clave
para el inicio de un pensamiento diferente, a partir del cual un abanico de
posibilidades diversas se abriría de allí en adelante.
Ciencia, arte, religión y filosofía
tuvieron, o pudieron tener…, un replanteamiento de sus bases, ideologías y
esquemas del saber y del ser. Por supuesto, no todos los hombres han seguido
por la línea del progreso del ‘portal luminoso’ de posibilidades que quedó
abierto con las teorías de Einstein. Muchos humanos prefirieron seguir viviendo
y pensando como si Einstein no hubiese existido…, y aún hoy así permanece gran
parte de la humanidad. Pero unos pocos avanzaron aún más allá… La física cuántica,
por ejemplo, que recién comienza a nacer, es el resultado del avance de las
nuevas teorías científicas que a mediados del siglo XX vieron la luz del sol.
Hombres de ciencia han llegado a cuestionarse y a replantearse aspectos
de la existencia que parecían firmes, fijos e inmutables; y esa misma actitud
debería existir en los estudiantes de esoterismo, en lugar de caminar tan solo por
las vías seguras del conocimiento antiguo.
El panorama de la Gnosis esotérica
conocida adquiere otro “vuelo” si se la relaciona con las nuevas hipótesis y
descubrimientos en el área de la ciencia. La relatividad del tiempo-espacio, así como la múltiple
posibilidad de “existencias paralelas” propuestas por ciertos hombres de
ciencia en las últimas décadas, proponen al estudiante un nuevo desafío.
Debe entenderse, que todas las
explicaciones teosóficas ofrecidas sobre la Evolución a nivel físico y
metafísico, fueron transmitidas en los siglos pasados teniendo en cuenta las
posibilidades del coeficiente mental del ser humano y el grado de apertura posible
en un momento cultural dado; por lo cual, solo se pudo transmitir en aquellos
tiempos esquemas de ideas ajustadas al concepto de un tiempo lineal fijo y constante. Solo ciertos discípulos adelantados
pudieron despegar de los conocimientos clásicos, desafiando las ideas
establecidas como “Enseñanza”. El resto, la gran mayoría, siguió tras los
lineamientos clásicos de la instrucción, hasta hoy; y pocos…, muy pocos, osaron
trasgredir la vía conocida de razonamientos gnósticos esotéricos con las nuevas
luces del despertar científico en el mundo.
Todavía muchos alumnos de escuelas
gnósticas siguen así…, adheridos y apegados a las antiguas enseñanzas sin
cuestionarse nada más, y con ‘temor’ a desdecir o contradecir lo que ciertas “autoridades”
en la materia han dicho y transmitido; y eso…, debe cambiar. Por el bien de la
Raza humana, todo estudiante deberá cambiar de actitud, sacudiendo las
estructuras dogmáticas, para así enfrentar, con inteligencia, el desafío al
cual el Sendero llama: “comenzar de
nuevo”.
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